Publicado en Dependencia, Discapacidad, Familia y Trabajo Social, Películas de interés

Los principios del cuidado

Hoy os traigo como recomendación una película que, aunque no ha sido muy sonada, creo que nos deja muchas enseñanzas. Se trata de «Los principios del cuidado» (2016), basada en el libro del mismo nombre de Jonathan Evison (Trailer de la película).

Como todos podéis imaginar, la película está muy relacionada con el ámbito de la dependencia, pero sobretodo, más allá de darle importancia a los aspectos de la persona dependiente, centra su atención en el protagonismo que el cuidador tiene en la vida de las personas dependientes.

Es una de esas películas en las que, desde el primer segundo, ya sabes que te va a enseñar mucho más de lo que en principio pensabas. De hecho, comienza así:

Cuidar de alguien no consiste sólo en alimentarle, vestirle y asearle; también en entender cómo gestionar una relación complicada entre quienes cuidan y quienes necesitan cuidados. Si alguna vez os sentís perdidos, frustrados o confundidos, siempre os será útil recordar los siguientes pasos; son muy sencillos: preguntar, escuchar, observar, ayudar y volver a preguntar.

La guía básica del cuidador dice: «cuida pero no te encariñes».

Si queréis tener una larga carrera en este oficio, debéis seguir los mandamientos del cuidador:

  • No puedo cuidar de los demás, si antes no cuido de mi mismo.
  • Mis necesidades son las mismas que las de la persona a la que estoy cuidando.
  • Cuidar a alguien es difícil, por eso tengo que dar al 100% y mantener una actitud positiva.
  • Nunca olvidéis los pasos: preguntar, escuchar, observar, ayudar y volver a preguntar.

Como veis, el nombre de la película es muy acertado, pues en los dos primero minutos ya deja muy claro las grandes premisas que cualquier cuidador, ya sea o no profesional, debe de tener en cuenta a la hora de enfrentarse al cuidado de una persona en situación de dependencia.

Los principales aspectos que me han llamado la atención de esta película son:

  • Hace un total derribo a los estereotipos de género marcados por nuestra sociedad. En primer lugar, aparece una familia monoparental en la que la madre, además de hacerse cargo de su hijo dependiente, es directiva en una empresa. Además, más allá de lo esperado, el cuidador —contra lo que podíamos esperar— es un hombre, haciendo caso omiso al tópico de que somos las mujeres las que debemos hacernos cargo del cuidado del hogar y de los menores y/o personas en situación de dependencia.
  • También, al hablar de dependencia, pensaba que la persona en situación de dependencia iba a ser una persona mayor. Pero cuál fue mi sorpresa al ver  que  es un chico de unos veinte años. Esto también nos permite ver, a lo largo de la película, las ventajas que pueden suponer las relaciones intergeneracionales; además de transmitir el mensaje de que no todas las personas dependientes son mayores.
  • Creo que lo que más me ha llegado de esta película es la estrecha relación que acaba habiendo entre el cuidador y la persona en situación de dependencia. Es una relación de aprendizaje mutuo, en la que ambos consiguen sacar lo mejor del otro y aprendiendo mucho el uno del otro. Considero que esta debe ser la base de toda relación entre cuidador y persona en situación de dependencia. 
  • Por último, la película también nos enseña que la situación de dependencia no tiene por qué limitar nuestras expectativas de vida. Con un buen apoyo, tanto del cuidador como del entorno social en el que nos desenvolvemos, las personas en situación de dependencia pueden llegar a hacer todo aquello que se propongan. Sólo es necesario un poco más de apoyo y motivación.

Como podéis comprobar, esta película tiene mucho que enseñarnos. Os la recomiendo a todos y todas, pero en especial en el caso de que tengáis a personas en situación de dependencia en vuestro entorno o trabajáis o estudiáis dentro de este ámbito, puesto que no os dejará indiferentes. Os invito a verla y a compartir las impresiones que habéis tenido de ella.

¿Conocéis alguna otra película que trate sobre esta temática?Animaros a compartirla.

Saludos!

Publicado en Aclarando conceptos, Conceptos teóricos, Penitenciaria

Aclarando conceptos…Los Trabajos en Beneficio de la Comunidad

¿Cuántas veces hemos oído eso de que alguien ha sido condenado a realizar trabajos sociales o servicios sociales? ¿Cuántas veces los hemos visto en los medios comunicación, una de las principales fuentes de conocimiento de la sociedad? Por desgracia, la respuesta a estas dos preguntas es más de las que me gustaría. Y no me gusta porque, además de que los servicios en beneficio de la comunidad son una condena que se dicta por la comisión de delitos, el uso de los términos nombrados anteriormente para referirnos a este tipo de condena está equivocado. ¡Vamos a explicar qué son los trabajos en beneficio de la comunidad!

CONCEPTO DE TRABAJOS EN BENEFICIO DE LA COMUNIDAD

Los trabajos en beneficio de la comunidad son una pena privativa de derechos, regulada en el artículo 49 del Código Penal, alternativa a la entrada en prisión, que se impone por la comisión de determinados delitos.

Esta pena consiste en la realización de determinadas actividades, tareas o labores que deben cumplir los siguientes requisitos:

  • Debe ser una actividad laboral constructiva, útil y práctica.
  • Es una actividad complementaria, no remunerada y que no puede sustituir puestos de trabajo o competir en el mercado laboral.
  • Debe compaginarse con las obligaciones laborales de la persona que cumple dicha medida. 
  • Es un trabajo voluntario, dentro de la imposición de la medida, que requiere el consentimiento del penado y tiene una duración determinada en la sentencia. De hecho, en caso de incumplimiento, será considerado un delito de quebrantamiento de condena, estando penalizado con, como indica el artículo 468.1 del Código Penal, será castigado con multa de doce a veinticuatro meses.

Esta medida pretende reparar los daños causados por la infracción cometida, que se cumple en comunidad y para la comunidad.

Así, la Administración Penitenciaria será la encargada de supervisar las actuaciones del penado y de prestarle el apoyo y asistencia necesarios para su cumplimiento. Por su parte, la Administración estatal, autonómica o local, facilitará la realización de las actividades mediante el establecimiento de convenios entre sí o con entidades públicas o privadas que desarrollen actividades de utilidad pública.

FINES DE LA PENA DE TRABAJOS EN BENEFICIO DE LA COMUNIDAD

Los principales fines que esta pena, como alternativa a la entrada en prisión, tiene pueden resumirse en:

  • Función resocializadora. El cumplimiento de esta pena cumple particularmente una función preventivo-especial, que tiene efectos resocializadores en el penado, en tanto que se produce una implicación comunitaria.
  • Función reparadora. Las actividades a realizar pueden consistir en labores de reparación de los daños causados o de apoyo o asistencia a las víctimas. Así, a diferencia de la mayoría de las demás sanciones, esta medida reporta un beneficio social directo.

CONCLUSIONES

Como se ha visto en el desarrollo del concepto de trabajos en beneficio de la comunidad, este nada tiene que ver con el concepto de Trabajo Social, del que ya hablamos en una entrada, o del de Servicios Sociales, que como define Moix Martínez (2004), son servicios técnicos, prestados al público o a determinados sectores del mismo, de una manera regular y continua, por las más diversas organizaciones públicas o privadas, con el fin de lograr o aumentar el Bienestar Social.

Por tanto, es muy importante que estos conceptos sean bien diferenciados en todos los ámbitos de la sociedad. Pero sobretodo, es necesario que ámbitos como el de los medios de comunicación social, fuente de conocimiento para toda la sociedad, o dentro del ámbito jurídico no se confundan estos términos.

Esta confusión lleva al desconocimiento tanto de una medida penitenciaria que, para su mayor efectividad, debe ser conocida por la sociedad como de una profesión que, auqnue también beneficia a toda la comunidad, se realiza por profesionales que hemos sido formados para tal fin pero que, como la confusión puede dar a entender, no hemos cometido ningún delito para ello.

Publicado en #Intervención, Conceptos teóricos, Desmontando Mitos, Familia y Trabajo Social, Infancia y Adolescencia, Jóvenes

#DiaTS Desmontando mitos: los trabajadores sociales no «quitamos niños»

Buenas a tod@s!hoy, tercer martes del mes de marzo, es el #DíaMundialTS, en el que se «conmemora el compromiso, la contribución y la labor de nuestros/as profesionales como conocedores/as de primera mano de la realidad social, líderes del cambio y de la intervención social, e impulsores de la lucha y la garantía de los derechos sociales de la ciudadanía».  Con el fin de celebrarlo y, por supuesto, de dar a conocer la labor de los/as trabajadores/as sociales, vamos a hablar sobre una falsa creencia que existe sobre los/as trabajadores/as sociales: quitamos niños.

No, no tenemos un almacén con los niños que les quitamos a las familias. Si que es cierto que, como profesionales del Sistema Público de Servicios Sociales, participamos de forma activa en la valoración y en la ejecución de medidas para los menores que se encuentran en situación de desprotección, ya sea situación de riesgo o situación de desamparo. Para que quede claro este proceso, vamos a explicar de forma breve el proceso hasta llegar al momento en que los menores son retirados de su hogar.

CONCEPTOS PREVIOS

Situación de riesgo: aquella que como consecuencia de circunstancias, carencias o conflictos familiares, sociales o educativos, el menor se ve perjudicado en su desarrollo personal, familiar, social o educativo, en su bienestar o en sus derechos; siendo precisa la intervención de la administración pública para eliminar, reducir o compensar las dificultades que le afectan y, así, evitar una situación de desamparo.

Situación de desamparo: aquella que se produce como consecuencia del incumplimiento o del inadecuado o imposible ejercicio de los deberes de protección que los  padres o tutores/guardadores legales tienen sobre los menores; quedando privados de la necesaria asistencia moral o material. De forma particular, se entiende que existe una situación de desamparo cuando se dé, con la gravedad suficiente, alguna de las circunstancias siguientes:

  • Abandono del menor.
  • Transcurso del plazo de guarda voluntaria.
  • Riesgo para la vida, salud e integridad física del menor.
  • Riesgo para la salud mental del menor, su integridad moral y el desarrollo de su personalidad debido a un maltrato psicológico continuado o la falta de atención de sus necesidades afectivas o educativas.
  • Incumplimiento o imposible o inadecuado ejercicio de los deberes de guarda a causa del grave deterioro del entorno o las condiciones de vida familiares.
  • Inducción a la mendicidad, delincuencia o prostitución, o cualquier otra explotación del menor.
  • Ausencia de escolarización o falta reiterada y no justificada adecuadamente.
  • Cualquier otra situación gravemente perjudicial para el menor.

 

PROCEDIMIENTO A SEGUIR DESDE SERVICIOS SOCIALES DE ATENCIÓN PRIMARIA EN LA DETECCIÓN, VALORACIÓN E INTERVENCIÓN DE SITUACIONES DE DESPROTECCIÓN DE MENORES

Fase de detección

La detección de situaciones de riesgo puede ser directa, por los Equipos Municipales de Servicios Sociales, o indirecta, por la notificación de otros implicados: ámbito educativo, ámbito sanitario, ámbito policial, comunicación desde el Servicio Especializado  de Atención a Familia e Infancia (SEAFI), comunicación por ciudadanos y familiares y comunicación desde el teléfono del menor.

Cada uno de los ámbitos de detección indirecta tendrá establecidos mecanismos de comunicación y/o coordinación con los Equipos de Servicios Sociales con el fin de que pueda proporcionarse información de calidad y de forma ágil sobre la situación del menor. En esta parte del proceso, la información a recoger será:

  • Sobre el menor: nombre, edad, sexo, dirección, número de teléfono y localización actual.
  • Sobre la situación de desprotección: indicadores físicos y comportamentales.
  • Sobre el notificante: nombre, dirección, teléfono, relación con el menor y su familia, disponibilidad para cooperar en la investigación y fuente de información.

Con todo esto se procederá a la apertura de un expediente familiar en el centro de servicios sociales sobre la situación de desprotección. Este expediente no es necesario cuando:

  • Los organismos públicos requieren información sobre la situación de un menor que puede o no tener expediente abierto.
  • La demanda realizada no requiere de la intervención del equipo y la aplicación de cualquier medida de apoyo y protección.
  • Se constata que no hay indicios de una situación de riesgo y/o desamparo.

Fase de valoración y toma de decisiones

En este fase es fundamental el contacto con otros ámbitos en los que la familia interviene: colegio del menor, centro de salud, SEAFI si está interviniendo, Servicios Sociales de municipio donde reside el menor si es otro, miembros de la familia nuclear y extensa, y el menor si es mayor de 12 de años. 

Con toda la información recogida se procede a realizar un análisis exhaustivo de la situación familiar; teniendo en cuenta los factores de gravedad y factores de protección, así como las probabilidades de cambio. Todo ello puede derivar en tres situaciones diferentes:

  • Declaración de la situación de riesgo,mediante resolución administrativa del órgano competente de la Administración Local.
  • Declaración de desamparo; realizando un informe que será enviado al Servicio Territorial de Protección de Menores, quien comenzará el procedimiento para verificar dicha situación y, resolviendo el Titular de los Servicios Territoriales competentes, adoptará las medidas oportunas.
  • No existe situación de desprotección: en estos casos el expediente será archivado mediante diligencia de archivo.

Fase de intervención y seguimiento en casos de situación de riesgo

Los profesionales implicados en esta fase de la intervención deben de trabajar, desde el primer momento, el fomento de la implicación y la responsabilidad de la familia para atender al menor, procurando que se produzcan cambios estables en pro de la futura independencia de la familia.

Desde el Equipo Municipal de Servicios Sociales se ejecutarán las medidas de apoyo familiar adoptadas para disminuir o erradicar los factores que provocan la situación de crisis. Todas estas medidas serán recogidas en el Plan de Intervención Familiar con Menores en Riesgo, en el que estarán implicados:

  • Los padres o tutores del menor, que deberán colaborar de forma activa en su ejecución.
  • Los profesionales del Equipo de Servicios Sociales, encargados de la coordinación y supervisión del mismo.
  • El Servicio Especializado en Atención Familiar e Infancia, encargado de la intervención especializada. 

Por tanto, en los casos de situación de riesgo, la intervención que se realizará será la aplicación obligatoria de medidas de apoyo familiar, de carácter preventivo y socioeducativo, con el fin de cubrir las necesidades básicas del menor y mejorar su entorno familiar; buscando en todo momento la preservación familiar. Estas medidas se basan en la intervención técnica de los profesionales, prestaciones económicas, uso de servicios de ámbito local.

La situación de riesgo cesará en el momento en el que las circunstancias que dieron lugar a la situación de riesgo desaparezcan o sean compensadas como consecuencias de la aplicación de medidas de apoyo familiar, o, por otro lado, cuando se declare la situación de desamparo, en caso de que la situación familiar se vea agravada.

Fase de intervención y seguimiento en situaciones de desamparo

En estos casos, la intervención del equipo de servicios sociales municipales noes suficiente, requiriendo la adopción de determinadas medidas por parte de la Administración autonómica. Asimismo, será necesaria la intervención de la administración autonómica competente en los casos en los que se asuma la asunción de la guarda de un menor en situación de riesgo o para la formalización del acogimiento familiar de hecho.

La declaración de desamparo, que siempre implicará la suspensión de la patria potestad, supone la asunción de la tutela por ministerio de ley por parte de la Administración autonómica. Para ello, la ejecución de las medidas de apoyo familiar, salvo en casos de urgencia, deberá ser obligatoria; sirviendo para confirmar, mediante informe del equipo municipal de servicios sociales, la imposibilidad de que e menor siga permaneciendo en su entorno familiar en condiciones de seguridad, de forma que, por el momento no se posible la preservación familiar. Esta situación siempre deberá ser declarada por resolución motivada del Titular de la Dirección Territorial competentes. 

Las medidas a adoptar con el menor tras la separación de su entorno familiar serán: acogimiento familiaracogimiento residencial y adopción. En el interés superior del menor, que primará durante todo el proceso de intervención, la separación del menor de su entorno familiar se producirá durante el tiempo indispensable, de forma que se tienda siempre a que el menor retorne con su familia de origen, salvo que, tras un proceso de intervención y evaluación con la familia, se confirme la imposibilidad de que el menor retorne con su familia (única situación en la que si será posible la adopción del menor). Asimismo, en la aplicación de estas medidas siempre se procurará, salvo que en interés del menor se aconseje lo contrario,  que el menor permanezca lo más próximo a su entorno posible, de forma que primará el acogimiento familiar sobre el residencial y se permitirá la comunicación del menor con su familia de origen. 

Por tanto, a pesar de que en situaciones de desamparo se produce la separación del menor de su familia, esta separación siempre será una medida temporal que buscará la protección del menor mientras que se interviene con la familia con el fin de que adquiera las habilidades necesarias para que se pueda producir el retorno familiar o, por el contrario, se confirme la imposibilidad del mismo. De este modo, la situación de desamparo cesará cuando:

  • Desaparezcan las causas que originaron tal situación.
  • El menor alcance la mayoría de edad o se produzca su emancipación.
  • Se produzca la adopción del menor.
  • Fallecimiento del menor.

 

CONCLUSIONES

Por tanto, y como se describe en el proceso, los profesionales del trabajo social no «quitamos» niños. SI bien, en los casos de desprotección del menor se interviene con la familia y, en caso de que se produzca una situación de desamparo se produce la separación temporal de la familia de origen mientras que se interviene con la familia para que se pueda producir el retorno del menor, salvo que se confirme que el retorno será imposible de forma definitiva.

Todas estas medidas, como se ha comentado anteriormente, se realizan siempre en interés del menor y  con la participación activa de la familia en todo momento, sin imposibilitar la comunicación del menor con su familia de origen, salvo que el interés del menor aconseje lo contrario.

En caso de tener alguna duda o aclaración sobre este proceso, no dudéis en comentarla.
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8 de Marzo. Día Internacional de la Mujer

En primer lugar, y con motivo del Día Internacional de la Mujer, no quiero aprovechar esta entrada,principalmente, para felicitar a todas las mujeres. Quiero que esta entrada sirva para dar GRACIAS a toda esas mujeres que, en algún momento de la historia, han luchado porque nosotras tengamos los mismos derechos que los hombres. También quiero ANIMAR a todas (y por qué no a la sociedad en general, cada uno desde su posición) a seguir luchando por una sociedad más igualitaria, donde ser mujer no sea equivalente a partir de una posición de desventaja con respecto a los hombres. Por último, aprovecharé esta entrada para REIVINDICAR, mediante la aclaración de algunos conceptos, por qué sigue siendo necesario un día como hoy.

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EL POR QUÉ DE ESTE DÍA

Que sea el día 8 de marzo el Día Internacional de la Mujer no es una casualidad, ni un simple deseo de los organismos que deciden cuándo se celebran los días internacionales. De hecho, no se celebra nada. Este día no es un día de celebración, como puede ser el día de la madre o del padre, es exactamente un día de conmemoración y, por supuesto, de reivindicación.

Esta fecha fue elegida en 1910, durante la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas donde, a petición de Clara Zetkin , 100 mujeres de 17 países distintos aprobaron por unanimidad tal fecha como conmemoración a los hechos protagonizados por 120 mujeres años atrás.

En 1908, 40000 costureras de muchas grandes fábricas de Estados Unidos se declararon en huelga con el fin de luchar por la igualdad de derechos, la reducción de las jornadas laborales, el derecho a unirse a los sindicatos de trabajadores, un tiempo para dar de mamar a sus hijos y el fin de la explotación infantil. Ese mismo día, en la Sirtwoot Cotton de Nueva York, como consecuencia del incendio provocado por las bombas incendiarias que les lanzaron ante la negativa  a abandonar el encierro, murieron 146 mujeres calcinadas.

Si bien, y debido a que el progreso social de las mujeres no avanzó tan rápido como nos hubiera gustado, no fue hasta el año 1975 cuando la ONU declaró de forma oficial este día como el Día Internacional de la Mujer.

A día de hoy, muchas mujeres del mundo siguen luchando por la igualdad entre hombres y mujeres, es lo que se conoce como el movimiento feminista.

FEMINISMO NO ES LO CONTRARIO A MACHISMO

Podríamos realizar una sola entrada hablando sobre este tema (lo cual no descarto), y es que son muchas las personas que todavía piensan que el feminismo es lo mismo que el machismo pero por parte de las mujeres. No obstante, esto no es así por lo que vamosa hablar brevemente sobre las principales diferencias.

MachismoConjunto de creencias actitudes y conductas que descansan sobre dos ideas básicas: la polarización de los sexos, una contraposición de lo masculino y lo femenino; y la superioridad de lo masculino en las áreas consideradas importantes por la sociedad (la cual a su vez se encuentra dominada por el patriarcado).

Feminismo: Conjunto de ideologías y movimientos políticos, culturales y económicos que tienen como objetivo la igualdad real y efectiva de derechos entre varones ymujeres; cuestionando la dominación y la violencia de los hombres sobre las mujeres y la asignación de roles según el género.

Así, mientras que el machismo surge como consecuencia de las ideas impuestas por el patriarcado, definido por Lerner como «la manifestación e institucionalización del dominio masculino sobre las mujeres y niños y niñas  de la familia y la ampliación de ese dominio sobre las mujeres en la sociedad en general»; el feminismo nace como una revolución liderada por mujeres para reclamar los derechos (y privilegios) que los hombres,a diferencia de ellas ya tienen como consecuencia del patriarcado.

Además, creo que las consecuencias de ambos son muy diferentes, incluso contradictorias. Mientras el machismo mata, el feminismo ha logrado (y logrará) dar una mayor calidad de vida a todas esas mujeres que son oprimidas por un sistema patriarcal. Mientras que el machismo se basa en infravalorar a un colectivo por su sexo, el feminismo busca que todas las personas sean iguales. Y así, un largo etcétera.

Por tanto, para todos aquellos que buscan una palabra contraria a la de machismo, creo que la palabra mas acertada sería «hembrismo«, definido como el conjunto de ideas y actitudes que se basan en la superioridad de las mujeres sobre los hombres.

ENTONCES…¿POR QUÉ MUCHAS FEMINISTAS AFIRMAN QUE LOS HOMBRES NO DEBEN FORMAR PARTE DE LA «LUCHA» FEMINISTA?

Desde mi punto de vista, esta afirmación no se basa en que los hombres no deben de apoyar al movimiento feministas. Es más, creo que el papel  del hombre dentro del feminismo también es muy importante, pero desde un segundo plano.

Como bien he comentado anteriormente, el feminismo nace como consecuencia de una necesidad social: que las mujeres tengan los mismos derechos y privilegios que los hombres. Para ello, creo que es de lógica, en vez de quitar derechos a los hombres (pues no tendría sentido bajar a toda la sociedad los sueldos, quitar el derecho a voto, negar la educación,…), es necesario promover las acciones necesarias para que las mujeres adquieran todos los derechos que los hombres ya poseían, a través del empoderamiento de éstas. 

Por tanto, si la igualdad real y efectiva de la sociedad pasa por el empoderamiento de las mujeres, en necesario que las principales protagonistas de estas acciones sean ellas. Esto no excluye a los hombres, pero sí que debe de dejarlos en un segundo plano apoyando el empoderamiento de las mujeres pero sin ser protagonistas.

No se basa en un no hago nada y que «cada uno aguante su vela», se basa en facilitar a las mujeres su proceso de empoderamiento, pero teniendo en cuenta que deben liderarlo ellas: dejándoles manifestarse, apoyando la promoción laboral de las mujeres, conciliando, promulgando valores de igualdad, etc. 

Por tanto, desde mi punto de vista, un hombre puede ser feminista, pero no debe pretender liderar el movimiento feminista. 

IGUALDAD REAL Y EFECTIVA

Seguro que después de toda esta explicación (y todas las que muchas feministas ya han dado), todavía hay gente que piensa «pero si ya trabajáis, estudiáis y podéis hacer prácticamente todo como los hombres…ya tenéis igualdad…» Pues he de deciros que no, que a pesar de que estoy agradecida de haber tenido la suerte de haber nacido con ciertos derechos que las mujeres de hace 50 años no tenían, la igualdad que tenemos todavía no es ni efectiva, ni real. Queda mucho por hacer…

Y es que, todavía existe una importante brecha salarial de género, todavía son muchas las mujeres maltratadas y asesinadas de manos de hombres por el simple hecho de ser el sexo débil, todavía este año se ha tenido que exigir que la RAE deje de asociar «sexo débil» con el sexo femenino, todavía hay jóvenes que no pueden elegir libremente la ropa que se ponen por miedo al qué dirán o a las represalias de sus parejas, todavía hay mujeres que trabajan prácticamente todo el día porque cuando llegan a casa son ellas las que deben encargarse solas del cuidado de su casa y sus hijos, todavía hay millones de micromachismos en nuestra sociedad, todavía hay mujeres que no pueden hacer determinadas cosas simplemente por ser mujeres y otras muchas que son obligadas a hacer otras determinadas cosas por ser mujeres,… 

¿Y todavía nos preguntamos por qué necesitamos de un Día Internacional de la Mujer? ¿y todavía pensamos que el feminismo no es necesario? 

Ojala y no lo fuera…

ENLACES DE INTERÉS

Por qué se celebra el Día Internacional de la Mujer el día 8 de marzo

El falso antagonismo entre feminismo y machismo

Publicado en #Intervención, Conceptos teóricos, Dependencia, Discapacidad, Personas Mayores

La tutela de adultos

Hoy, y después de un tiempo de ausencia, vamos a explicar de la medida de protección de la tutela, dirigida a proteger las personas que han sido privadas de su capacidad de obrar. 

Diferencia entre capacidad de obrar y capacidad jurídica

En primer lugar, es muy importante tener claro estos dos conceptos:

  • Capacidad Jurídica: es aquella que todas las personas, por el simple hecho de serlo, tenemos. Ésta es la que nos permite ser titulares de derechos y obligacione y sujetos de las relaciones jurídicas. Además, sólo la perdemos cuando fallecemos.
  • Capacidad de obrar: es la capacidad que necesitamos para ejercitar nuestros derechos. A diferencia de la capacidad jurídica, ésta sólo la poseemos las personas mayores de edad, de forma por lo menores actuarán las personas que tengan su patria potestad. no obstante, siendo mayor de edad podemos perder la capacidad de obrar, permaneciendo la capacidad jurídica, siempre que una sentencia judicial no declare su incapacidad.

¿Cómo se declara la incapacidad de una persona?

La incapacidad viene determinada por una situación en la que la persona que se pretende declarar incapaz sufre una enfermedad o deficiencia, ya sea física o psíquica, por la que su capacidad de obrar se ve limitada. Esta situación debe ser persistente en el tiempo e impedir a las personas gobernarse por sí mismas.

Como consecuencia de esta limitación, la persona no posee una voluntad consciente y libre, ni el suficiente juicio para tomar decisiones de forma adecuada. Por ello, es necesaria esta medida de protección, que sólo puede ser declarada mediante la sentencia de un juez, para posibilitar que su actuación, a través de sus representantes, sea la adecuada.

¿Quién puede iniciar el proceso de incapacitación de una persona? 

Sólo podrá solicitar el proceso de incapacitación de una persona:

  • El presunto incapaz.
  • El cónyuge del presunto incapaz, o quien se encuentre en situación de hecho asimilable.
  • Los ascendientes, descendientes o hermanos del presunto incapaz.

Asimismo, el Ministerio Fiscal tiene la obligación de promoverlo cuando las personas anteriores no existan o no lo soliciten, y cualquier persona puede poner la situación del presunto incapaz en conocimiento del Ministerio Fiscal con el fin de que sea éste quien la promueva.

Por su parte, en el caso de los menores de edad que, llegando a la mayoría de edad, se prevea una situación de incapacidad, sólo podrá solicitarse la incapacitación por parte de las personas que ejerzan su patria potestad.

¿Qué es la tutela?

Es la institución concebida para la guarda y protección de las personas incapacitadas, de forma total o parcial. Ésta puede tener como objeto la propia personas, sus bienes o ambas cosas.

Podrán ser tutores las personas, físicas o jurídicas,que el Juez designe por considerarlas idóneas. No obstante, se  establecen determinadas normas para la asignación del tutor en los arts. 223-226, 234, 235. 240, 241 y 242 del Código Civil. Por el contrario, no podrán ser tutores todas las personas que:

  • Estén privadas o suspendidas en el ejercicio de la patria potestad o de los derechos de la guarda por resolución judicial.
  • Hayan sido removidas de una tutela anterior.
  • Condenadas a cualquier pena privativa de libertad, mientras cumplen condena.
  • Condenadas por cualquier delito que haga suponer fundadamente que no desempeñarán bien la tutela.
  • Concurra imposibilidad absoluta de hecho.
  • Tengan enemistad manifiesta con el menor o incapacitado.
  • De mala conducta o que no tengan forma de vivir conocida.
  • Tengan importantes conflictos de intereses con el menor o incapacitado.
  • Sean quebrados o concursados no rehabilitados, salvo que la tutela sea solamente de la persona.
  • Hayan sido excluidas expresamente por el padre o la madre en sus disposiciones, salvo que el Juez estime lo contrario en beneficio del menor o incapacitado.

Obligaciones del tutor

La persona que ejerza la tutela  de una persona incapacitada, será su representante en todos los actos que no pueda realizar por sí solo, teniendo la obligación de:

  • Velar por el tutelado: procurándole alimentos,  una formación integral, la adquisición o recuperación de su capacidad y sumejor inserción en la sociedad, etc.
  • Administrar el patrimonio del tutelado con la atención de «un buen padre de familia» (pongo en cursiva esta frase del Código Civil porque me parece inadmisible que a estas alturas se sigan usando estas frases fruto del patriarcado, hay muchas madres que administran su familia con mayor atención que muchos padres de los hogares tradicionales…pero este tema lo trataré en otra entrada)
  • No recibir liberalidades del tutelado o sus causahabientes, mientras que no se apruebe de forma definitiva su gestión.
  • No representar al tutelado cuando en el mismo acto intervenga en nombre propio o de terceros y existan conflictos de intereses.
  • Adquirir por el ejercicio de la tutela bienes del tutelado o transmitirle por su parte bienes por el mismo motivo.

El Juez y el Ministerio Fiscal, en atención al interés superior de la persona tutelada, controlará el ejercicio de la tutela mediante los siguientes mecanismos:

  • Presentación de un inventario de todos los bienes y derecho del tutelado en un plazo de 60 días desde su aceptación.
  • Presentación de un informa anual sobre la situación personal y patrimonial del tutelado.
  • Posibilidad del Ministerio Fiscal de exigir al tutor información en cualquier momento sobre la situación del tutelado.
  • Obligación del tutor, al finalizar la tutela, de rendir cuenta general justificada de su administración en un plazo de tres meses.

La tutela no supone el internamiento de la persona incapaz

Son muchas las personas que piensan que la declaración de incapacidad de una persona y el nombramiento de tutor para la misma supone, de forma automática, el internamiento de la persona incapacitada en un centro.

Pero no, LA DECLARACIÓN DE INCAPACIDAD NO SUPONE EL INTERNAMIENTO EN UN CENTRO. De hecho, el tutor necesita de una autorización judicial para poder internar  a la persona incapacitada, aportando las pruebas necesarias, entre ellas informes médicos, para justificar tal decisión.

La autotutela

Como ocurre con el el documento de instrucciones previas , se contempla la posibilidad de que sea la propia persona, cuando todavía tiene plena capacidad de obrar y mediante documento público notarial, la que decida quién quiere que sea su tutor en caso de que pierda la capacidad de obrar.

En esta disposición se establecerá quién será su tutor en caso de incapacidad, los órganos de control de la tutela y la forma en que la tutela será ejercitada, así como otras disposiciones referidas a su persona o bienes.

De esta forma, cuando el Juez declare por sentencia la incapacidad de la persona estará obligado a respetar la voluntad de la persona; salvo que, en interés de la persona mayor  y atendiendo a sus circunstancias, entienda que es mejor lo contrario.

Por tanto, este recurso es óptimo para fomentar el derecho de toda persona a la autodeterminación; es decir, a decidir por sí misma sobre cualquier aspecto de su vida. Si bien, está instrumento de protección todavía no es muy conocido, por lo que son pocas las personas que lo llevan a cabo. Nuestro deber como profesionales debe ser informar a la sociedad de estos instrumentos con vistas a que, cuando todavía tienen la capacidad suficiente, sean las propias personas las que tomen las decisiones respecto al proyecto vital que desean. 

Por cierto, no se si os habéis dado cuenta, pero después de un tiempo por inactividad debido varias convocatorias de trabajo social, tenemos una buena noticia…¡Formamos parte de la blogotsfera, un interesante rincón donde comparten sus entradad grandes profesionales y compañeros del trabajo social.

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El caso de Tomasa: Síndrome de la Abuela Esclava

Tomasa es una mujer de 68 años que vive en el barrio de “Las Quinientas” en la ciudad de Cuenca, junto a su marido Julián de 73 años, quien es dependiente en Grado III. Tomasa y Julián han vivido en este barrio desde que fue inaugurado en el año 1957; allí han criado a sus tres hijos: Carlos (40 años), Javier (36 años) y Julián (28 años). Además, tiene 4 nietos de entre 4 y 13 años a los cuales ven todos los días debido a que viven en la misma ciudad.

En una visita a su trabajadora social, realizando las siguientes manifestaciones:

“No puedo encargarme de mi marido, de tener limpia la casa y además hacer la compra, recoger a los dos nietos pequeños del colegio y preparar la comida para todos,…la chica del SAD sólo viene una hora y a veces no da tiempo ni a terminar de arreglar a mi  marido, el pobre cada día es más difícil de mover y claro…lo llevaríamos a una residencia pero a ver cómo pagamos…Con lo que él era…Además yo ya no puedo limpiar como antes, me dejo muchos altillos y cosas sin limpiar porque ya no llego y como me duele todo el cuerpo…alguna vez viene mi nuera y me ayuda…pero ella con su casa, el trabajo y los críos ya tiene bastante.”

“Mis hijos me ayudan todo lo que pueden con su padre, el pequeño, Julián desde que se vino a vivir a casa otra vez, hace dos meses porque se quedó sin trabajo y con lo del paro no le daba para pagar el alquiler, es el que se encarga de mover a su padre a lo largo del día y de las asistencias que necesita por la noche, aunque yo, por costumbre, también me levanto alguna vez para bajar y comprobar que todo está bien. Por la noche, a la hora de cambiarlo y acostarlo, Carlos y Javier vienen, cuando pueden, a ayudarle pero ellos viven en su casa y bastante tienen con sus hijos…no pueden acudir todas las noches…Eso sí, al mediodía cuando vienen a comer todos a casa son ellos los que se encargan de moverlo y  darle de comer…A veces me dicen que intente sacarlo en una silla a pasear un poco….pero yo ya no tengo fuerzas para nada, si hasta mi hijos me traen las compras grandes porque yo no puedo con el carrito…”

La trabajadora social, queriendo saber más de la dinámica familiar, preguntó a Tomasa por el hecho de preparar la comida para todos, ya que le pareció extraño que comieran allí todos. Tomasa le cuenta que Carlos y sus dos hijos, de 13 y 5 años, vienen a comer todos los días desde que Sara, su mujer, murió hace un año debido a un cáncer de mamá. Por su parte, Javier y sus niños, de 7 y 4 años, vienen desde hace 9 meses, cuando la empresa de Javier quebró. La mujer de Javier trabaja pero, aun así, la economía familiar no es suficiente para cubrir todos los gastos por lo que, además de haberles prestado el poco dinero que ha podido alguna vez, todos comen casa de Tomasa para poder hacer frente a la difícil situación económica.

“En mi casa sólo entran los 700 euros que mi marido cobra de jubilación, con eso tengo que alimentar todos los días a 10 personas y, ahora, también tenemos que pagar por las medicinas que tomamos, que me supone ya unos 20 euros al mes, además de los gastos que supone la enfermedad de mi marido, y menos mal que ya nos dijo usted que de la Teleasistencia no teníamos que pagar nada si no… Así que, ahorros no tenemos; vivimos al día…y menos mal que mis hijos se encargan de bastantes de los tramites en los bancos, porque miran si han engañado a gente de nuestra edad y les han quitado todo lo que tenían…Mi hijo Julián, el que vive en mi casa, cobra al prestación por desempleo y sí que me da algo todos los meses, pero cobra unos 500 euros y sólo me da unos 100 euros al mes, el resto para pagar su coche y todos sus gastos. Mis otros hijos se empeñan en darnos todos los meses algo de dinero por la comida, pero yo no se lo cojo nunca, a mí no me cuesta nada ayudar a mis hijos y a mis nietos…en tal de que ellos estén bien y puedan comer de caliente todos los días…y que no les pase como los que salen en las noticias que va el banco y les quita la casa porque no me gustaría ver a mis nietos en la calle…”.

Cuando le dice todo esto, Tomasa comienza a llorar y a pedir disculpas por ello, la trabajadora social le dice que no pasa nada a lo que ella contesta que

“Desde que murió mi nuera me siento muy triste por ver a mis nietos a mis hijos sin una mujer que les apoye en su casa, mi hijo no sabe hacer nada de la casa, sus suegros ya no viven y yo me he volcado mucho en ayudar a mi hijo a que los niños sean buenos y no les falte de nada, la ausencia de una mujer siempre se nota mucho. Pero últimamente, yo me veo sin fuerzas y me da miedo que a mí me pase algo y ellos se queden solos…Además, está mi marido que sin mí no sé qué será de él y ahora también mis otros hijos sin trabajo, yo sólo quiero que a ninguno les falte de nada, por eso les ayudo en todo lo que puedo y me siento mal por ser tan mayor y no poder ayudarles a casi nada, ya no valgo para mucho y me da miedo no poder seguir atendiendo a mi marido mucho más tiempo…ojalá y pudiera ayudarles más cuando lo necesitan”

“Yo…cada día puedo menos con todo, tengo menos energía, será cosa de la edad que no perdona, pero me encuentro cansada y cada día me duele más al cadera, hace 3 años me operaron de la cadera y desde entonces no he sido la misma, aunque últimamente lo noto más…Además, me canso más y me sofoco mucho, todo el día sudando y ahogada por ahí…pero hay que aguantar lo que Dios nos da…Mis hijos y mis nuera me dicen que tengo que descansar y cuidarme más, pero yo soy así…me acuesto y tampoco duermo, me despierto mil veces pensando en qué le pasará al uno o al otro….ya se sabe cómo somos las madres con los hijos….Además me dicen que cada día como menos, yo les digo que cada vez, al ser vieja ya y valer menos, tengo menos hambre entonces…¿para qué comer más? Prefiero que esa comida al aprovechen ellos…”

“Muchos de nuestros vecinos y amigos vienen de vez en cuando a ver a mi Julián, como él no puede salir…pero son visitas puntuales ninguno esta como para ayudarnos…cada uno con los problemas de su casa ya tiene bastante…alguna vecina sí que me trae el pan algún día, pero nada más…Además, como nosotros desde que le paso eso a mí Julián ya no salimos a nada pues ya ni nos avisan, al principio sí que venían las amigas y me decían de dar una vuelta o irnos al centro de mayores a alguna de las actividades que hacen y despejarme, o nos íbamos a algún viaje de estos para jubilados…pero con tanto decirles que no ahora ellas llevan su marcha…De vez en cuando, sí que me gustaría tener tiempo para mí sola, para estar con mis amigas, hacer cosas nuevas… pero con tanto problema, no tengo tiempo ni para aburrirme…imagínate para salir por ahí….Yo también iba a misa los domingos y ahí las veía a todas, pero ahora con preparar la comida para todos tengo bastante, hace un año o por ahí que tampoco voy a misa, que el Señor me perdone, yo ya rezo en casa…Además, con el poco dinero que tenemos tampoco podemos permitirnos salir mucho de casa…preferimos dárselo a los hijos y que puedan vivir bien”

“Cuando están ellos es cuando más faena tengo: la comida, atenderlos, la guerra que dan los críos…al final acabo alterándome por cualquier tontería y riñendo a los niños por cualquier cosa, todo acaba molestándome…Pero cuando no están lo pienso y no sé qué haría sin ellos, me siento tan bien cuando veo a toda la familia junta y sin discutir como otras familia, por ejemplo mi vecina que me dice que ve a sus nietos, siendo de Cuenca, dos veces al mes….yo así ya me hubiera muerto….Aunque bueno, a veces también pienso que así también tendría más tiempo para mí…no sé para qué porque conforme esta Julián, pero….”

Esta situación (creada por mí) es la que pueden estar viviendo muchas personas mayores en nuestro país, como consecuencia de la sobrecarga que suponen ciertas situaciones para ellos.

Actualmente, los abuelos tienen una función social muy importante, en tanto que brindan su tiempo y sus pocos recursos económicos para ayudar a sus hijos en la crianza y educación de sus nietos, siendo que el 22% de las personas mayores dedican en torno a 7 horas diarias al cuidado y atención de sus nietos. Asimismo, como consecuencia de la coyuntura económica por la que atravesamos, el número de “abuelos cuidadores” se ha visto incrementado debido a que muchas familias no pueden hacer frente a servicios de canguros o guarderías, por lo que los nietos son atendidos por los abuelos, convirtiéndose éstos en el colchón protector de muchas deficiencias sociales, sobretodo en familias de clase media y baja.

Estos nuevos roles y actividades que asumen las personas mayores son favorecedores para ellos si se tiene en cuenta la Teoría de la Actividad; según la cual, una buena vejez debe de estar acompañada de nuevas actividades o trabajos que sustituyan a los que había antes, y que, en la medida de lo posible, estas actividades deberán producir algún rendimiento y ser útiles a otras personas.

No obstante, se debe de tener en cuenta que con la vejez, y apoyando la Teoría del uso y el desgaste, por la que el vivir envejece debido al gasto de energía que se produce; las personas mayores no tienen, en muchos casos la fuerza y ánimo suficiente para afrontar la carga que produce cuidar sus nietos diariamente, por lo que puede repercutir en su salud de forma negativa. Además, no debemos olvidar que, la posibilidad de que se produzcan conflictos dentro del sistema familiar como consecuencia de que lo hijos consideren que los abuelos se extralimitan en sus funciones y no están cuidando/educando a los menores como sus padres creen más adecuado.

La sobrecarga que el cuidado de los nietos supone para las personas mayores, en su mayoría mujeres debido a los roles de género impuestos en nuestra sociedad por el patriarcado, es una de las principales causas del conocido como “Síndrome de la Abuela Esclava”, consistente en un conjunto de síntomas psicológicos y físicos que sufren las personas mayores debido a los cambios sociales. En cuanto a los síntomas físicos, se observa agotamiento, falta de energía, dolor crónico, hipertensión arterial, descompensación de enfermedades crónicas… Por su parte, a nivel psicológico las personas que padecen este síndrome sienten tristeza, irritabilidad, pérdida del sentimiento de disfrute, falta de atención, insomnio, pérdida de apetito y baja autoestima, además de preocupación y ansiedad constantes

Estas personas, se encuentran  divididas entre el disfrute de pasar tiempo con sus nietos y el agobio de una excesiva responsabilidad y exigencia. Además, sienten una preocupación desmesurada por el bienestar de su familia, ejerciendo el eterno rol de padres, en tanto que no les es fácil desentenderse de las situaciones que afectan a los hijos, por lo que asumen el cuidado de los nietos como algo natural que ellos quieren hacer. Si bien, es necesario que sean las propias personas mayores los que pongan límites a estas tareas, sabiendo diferenciar entre cuando es una necesidad real de los padres o, simplemente, la han creado ellos.

Por otro lado, el aumento de la esperanza de vida y, por tanto, el aumento de la población anciana, ha traído como consecuencia un mayor número de patologías crónicas, por lo que existen más personas dependientes que precisan de cuidados, siendo muchos de estos cuidado proporcionados desde el hogar de la persona dependiente, principalmente por la mujer del hogar, por lo que también puede ser una causa del Síndrome de la Abuela Esclava.

Debido al reciente conocimiento e incremento de este fenómeno, además de ser pocos los estudios relacionados con el tema, son pocas las acciones que se han llevado a cabo para atender a las necesidades que presentan estas personas. No obstante, se hace preciso el incremento de acciones que puedan paliar las consecuencias de dicha sobrecarga, dando respuesta a las necesidades tanto de las personas mayores como de los sistemas familiares de los que forman parte. Entre las actuaciones que podrán realizarse se me ocurre, entre otras:

  • Organización de recursos y/o actividades conjuntas con abuelos y nietos; con el principal objetivo de que, tanto los abuelos como sus nietos, puedan realizar diferentes actividades de ocio estando juntos, por lo que, además de poder compatibilizar el cuidado de los nietos con actividades de interés para las personas mayores, se fomentarán las relaciones intergeneracionales. Estas pueden ser talleres, cinefórums, excursiones, etc.
  • Campaña de sensibilización familiar, en las que se incida en la delgada entre el rol de ayuda de las personas mayores dentro del sistema familiar y el maltrato hacia la persona mayor como consecuencia de la sobrecarga prolongada a la que se expuesta.
  • Mayores posibilidades de conciliación de la vida familiar y laboral por parte de las empresas y entidades públicas.
Publicado en #Intervención, Dependencia, Desmontando Mitos, Familia y Trabajo Social, Personas Mayores

Desmontando mitos…el papel de las familias en las residencias de la Tercera Edad

Buenas a tod@s!

Tradicionalmente, se ha asociado el ingreso de las personas mayores en las residencias como un “abandono” por parte de la familia. Frente a antiguos modelos de cuidado de personas dependientes, en las que era la propia familia, y sobre todo las mujeres, quienes se hacían cargo de cuidar a las personas mayores dependientes; con la incorporación de la mujer al mundo laboral, y otros causas como puede ser el envejecimiento del envejecimiento, cada vez son más las personas mayores que viven en centros residenciales.

Desde este post no pretendo defender ni la atención de la persona mayor por su familia ni el ingreso de los mismos en las residencias. Si bien, sí que considero necesario acabar con el mito de que el ingreso de una persona mayor en un centro supone el abandono por parte de la familia de la persona mayor, pues no en todos los casos es así.

SENTIMIENTOS DE ABANDONO Y SOLEDAD EN LOS MAYORES QUE VIVEN EN CENTROS RESIDENCIALES

Estereotipos como el que presentamos en este momento, en muchas ocasiones son la causa de la negativa de las personas mayores a ingresar en un centro residencial. Esta falsa creencia ha hecho que se considere una obligación por parte de los hijos cuidar directamente de los padres en la vejez, como ellos hicieron con sus padres y con sus propios hijos, por encima de todas las circunstancias; de forma que, en caso de ser ingresados en un centro residencial, piensan que son abandonados, ya nadie se preocupara por ello, no van a poder ver a sus seres más cercanos, etc.

Además, por estereotipos como este entre otros, la visión que tienen los mayores, y en general la sociedad, sobre los centros residenciales es negativa. Se visualizan como lugares en los que la vida no debe ser nada agradable ni mucho menos gratificante; piensan que acabaran sus días allí abandonados…

Actualmente, muchas personas mayores prefieren vivir en su entorno habitual todo el tiempo que sea posible, para lo que se han ido creando diferentes servicios y recursos que den respuesta a las necesidades que ello genera: Servicio de Ayuda a Domicilio, Teleasistencia, Centros de Día y de Noche, etc. Por tanto, si a la visión ya negativa que se tiene de los centros residenciales, sumamos que el ingreso en una residencia, puede suponer un alejamiento de su entorno habitual; todos estos sentimiento negativos pueden verse incrementados, incrementando la sensación de soledad y abandono.

Todo ello ocurre en un período de la vida en que, por diversas causas—fallecimiento del cónyuge, abandono del hogar por parte de los hijos, jubilación, dependencia para algunas actividades, muerte de amigos, etc.—se produce una notable pérdida de nuestras relaciones sociales, lo que puede repercutir gravemente en la autoestima de las personas mayores incrementando los sentimientos negativos de soledad y abandono hasta tener consecuencias tan negativas como puede ser la depresión.

EL PAPEL DE LA FAMILIA AL INGRESAR AL MAYOR EN UN CENTRO RESIDENCIAL

Como consecuencia de diversos estereotipos, entre los que se encuentra el que presentamos en esta entrada, muchas familias que, por sus circunstancias, deciden ingresar a las personas mayores en un centro residencial tienen sentimientos ambivalentes por la decisión tomada: culpa, tristeza, rabia, inseguridad sobre la decisión tomada y sobre cómo va a ser atendido el familiar, etc. Para la mayoría de las familias, tomar la decisión de internar al mayor en un centro residencial, como vemos en el cortometraje Nana, no es nada fácil, aunque por los cambios que se han producido en el sistema familiar y en la sociedad en general, a veces, sea la mejor alternativa para dar la mayor atención posible a las necesidades de las personas mayores.

Además, en muchas ocasiones, se observa la falsa creencia de que, una vez ingresado, la familia el único papel que puede hacer es realizar visitas regulares a la persona mayor para ver cómo esta. Sin embargo, y como presentaremos a continuación, la familia tiene un importante papel de apoyo, ofreciendo afecto y colaborando en algunos cuidados; de forma que no debe dejar de desempeñar su papel de cuidador, sino que debe ejercerlo desde otra posición. De hecho, en muchas ocasiones, la clave del éxito del cuidado institucional puede depender del mantenimiento de la integridad de la relación familiar.

Dentro de las visiones que se tiene de la familia dentro del centro residencial encontramos cuatro posturas:

Familia como sujeto ausente

Algunos consideran que la contribución de la familia al cuidado puede resultar problemática y llevar al conflicto entre el equipo asistencial, debido a la ambigüedad en la distribución de las responsabilidades de las tareas de cuidado.

Otros señalan el abandono familiar a través de la escasez de visitas o de los frecuentes conflictos con el equipo asistencia.

Desde esta postura se considera a las personas mayores como víctimas, las familias como verdugos y los miembros del equipo asistencial como salvadores.

Familia como fuente de recursos de cuidados complementarios

Se considera que las familias pueden y deben colaborar en la prestación de cuidados complementarios.

Requiere de la organización de reuniones programadas entre la familia y el equipo asistencial, con el fin de acordar la participación de la familia en algunas actividades, dar instrucciones, etc.

La coordinación entre ambos dependerá de la relación alcanzada entre las familias y la residencia.

Familia como cliente

Reconoce que los familiares tienen necesidades propias de atención que los equipos asistenciales deben de atender.

Algunas de las estrategias dentro de esta postura son: organización de grupos de apoyo y de autoayuda, integración de la familia en la planificación de los cuidados, actividades y reuniones específicas para familiares, etc.

Familia como copartícipe en la gestión del centro residencial

Dentro de esta postura, no existen experiencias, lo que refleja el carácter asistencialista de los centros. Si bien, cabe resaltar que esta postura puede ser muy ventajosa a la hora de acabar con muchos de los estereotipos que existen sobre los centros residenciales.

Por tanto, creo que es necesario que en todos los centros residenciales se adopte, como mínimo, una postura en la que la familia sea considerada cliente, de forma la intervención realizada con la persona mayor sea holística, ocupando su familia un lugar privilegiado como parte de la intervención. Así, el centro residencial debe ser una continuidad del entorno familia, recibiendo una atención integral a través de intervenciones rehabilitadoras y terapéuticas. No obstante, y dado que la cultura de trabajo en centros residenciales actualmente olvida en muchas ocasiones el papel de la familia, será preciso que la familia muestre su implicación en la vida del centro y manifieste a los profesionales su interés por participar en la vida del centro; exigiendo, si fuera necesario, su derecho a participar.

¿QUÉ INTERVENCIÓN ES NECESARIA CON LAS FAMILIAS DENTRO DE LOS CENTROS RESIDENCIALES?

Como se indica dentro de LA FAMILIA CONTIGO, además de la intervención para una buena adaptación de la persona mayoral centro, es preciso intervenir con la familia, quien servirá de apoyo a la vez que requerirá resolver su propio proceso de adaptación a la nueva situación.

  1. Antes de que la persona mayor ingrese en el centro

En este momento, se pretende con las familias:

  • Apoyarles en la toma de decisiones, ofreciéndoles toda la información que sea necesaria, tanto sobre el proceso como sobre el centro, y buscando la desculpabilización.
  • Sentar las bases de una buena colaboración
  • Ajustar expectativas sobre la atención que ofrece el centro.

Todo esto se logrará mediante las siguientes intervenciones:

  • Análisis de la situación familiar y principales necesidades de apoyo de cara a un futuro ingreso en el centro.
  • Información que permita el conocimiento del centro y un adecuado juste de las expectativas: misión, objetivos, valores y organización del centro; servicios que se ofrecen; limitaciones en la atención; papel de los profesionales; etc.
  • Apoyo psicológico centrado en la desculpabilización.
  • Sensibilización sobre la importancia de la implicación de las familias como soporte afectivo, cooperados en los cuidados y el vínculo con la continuidad de vida y las redes sociales de la comunidad.
  • Orientación sobre cómo apoyar la adaptación de la persona mayor al centro: importancia de personalizar la habitación, seguir manteniendo los vínculos con su familias y amigos, continuidad con actividades y hábitos previos, etc.
  • Documentación que recoja el Plan General de Intervención del Centro, el Reglamento de Régimen Interno y la Carta de Derechos y Deberes.
  • Visitas y contactos previos al centro antes del ingreso; conocer al equipo de atención directa, las habitaciones, las instalaciones, el resto de usuarios, otras familias, etc.
  • Concreción de decisiones sobre aspectos concretos relacionados con el ingreso: horario de llegada, quién le recibirá, quién la acompañará, etc.

   2. Una vez que la persona ya vive en la residencia

En este momento, se pretende con las familias:

  • Facilitar la adaptación de las familias al centro
  • Estimular a que la familia ofrezca apoyo emocional a la persona, y ofrecérselo a la familia cuando sea preciso.
  • Intervenir precozmente ante posibles conflictos que puedan producirse en el centro.
  • Afianzar la confianza de la familia en los profesionales del centro, reduciendo así su inseguridad y temores sobre cómo es atendida la persona.
  • Intensificar la participación de las familias en el plan de vida y de cuidados de la persona en situación de dependencia y lograr la integración de éstas en el centro.

Todo esto se logrará mediante las siguientes intervenciones:

  • Continuar con el apoyo psicológico por parte del equipo profesional, mediante la escucha activa, la expresión de sentimientos y la desculpabilización.
  • Acompañamiento en el proceso inicial de adaptación: presentar a la familia los profesionales de contacto; concienciar a la familia sobre su importancia para lograr la integración de la persona mayor en el centro; establecer un sistema de información/comunicación que garantice un seguimiento continuado; etc.
  • Invitar a la familia a que participe en el diseño del Plan Individualizado de Atención.
  • Acordar con la familia el grado de apoyo y colaboración en algunas actividades
  • Informales sobre las intervenciones específicas ante dificultades detectadas o conflictos que puedan alterar la normal adaptación.
  • Formación y capacitación a través de sesiones grupales/talleres para las familias
  • Celebración de reuniones periódicas de intercambio de información con el equipo de atención directa y seguimiento del Plan Individualizado de Atención
  • Apoyo psicológico a familia ante fallecimiento o enfermedad terminal de la persona mayor.

 

Me encantaría conocer vuestra experiencia, como profesionales o como familiares de personas mayores en residencias, vuestra experiencia sobre lo expuesto ¿Habéis aplicado esta forma de intervención en las residencias donde habéis trabajado? ¿Cómo familiares, habéis sentido que teníais un papel importante en la vida de vuestro familiar dentro del centro residencial?

Nos vemos pronto

¡Un saludo a todos!

 

Publicado en #Intervención, Colectivos

La música en la intervención social

Si la música definiera nuestras vidas, algunos días serían puras corcheas, otros días sólo notas difusas. Nunca faltarían los días con ritmos alegres y pegadizos. Pero creo que si la música pudiera definir a la madurez, seguramente sería esa persona que sabe leer los silencios, en el pentagrama de la vida. (Anónimo)

¡Buenas a tod@s!

Como muchos de vosotros sabréis, hoy, 22 de noviembre, se celebra Santa Cecilia, patrona de la música. A pesar de mi poca devoción por los santos, creo que hoy es el día adecuado para, como música que soy, poner estos dos ámbitos de mi vida en relación y mostraros los beneficios de realizar intervenciones sociales usando la música como instrumento principal.

MÚSICA EN NUESTRA CULTURA

La música ha estado presente desde las primeras sociedades, siendo una vía de expresión básica; y es que nadie duda de su capacidad para activar distintos estados de ánimo en las personas como alegría, tristeza, añoranza, etc. Asimismo, otra de sus principales características es  que puede ser compartida y construida entre varias personas, lo que permite que se considere un medio para expresar y crear sentimientos.

Los griegos ya la consideraban un elemento indispensable para alcanzar lo bello y lo bueno; un ejemplo de ello, es el concepto de educación  defendido por Platón, quien decía que debía estar formada por tres elementos: la música, para formar el alma; la gimnasia, para formar el cuerpo; y, por último, la filosofía.

Con el paso del tiempo, la música ha seguido siendo una parte importante en nuestras sociedades: todas las épocas o sucesos históricos tienen su propia banda sonora, sus compositores, etc. De hecho, creo que no hay nadie que no asocie determinados recuerdos o los momentos significativos de su vida a una canción.

Por tanto, la música es una forma muy común y eficaz de expresar nuestras emociones, incluso aquellas que, a veces, cuesta exteriorizar. Ello permite que, dentro de la intervención social a través de la música, además de servir para promover el acceso a la cultura, se creen canales de expresión y comunicación que fomenten el desarrollo personal y grupal.

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DEFINICIÓN Y OBJETIVOS DE LA MUSICOTERAPIA

En primer lugar, es preciso señalar que, a pesar de la creencia general, no todo el uso de música para nuestra intervención social puede ser considerado musicoterapia, considerándose la musicoterapia como:

La utilización de la música para conseguir objetivos terapéuticos: la restauración, mantenimiento y mejora de la salud mental y física. Es la aplicación sistemática de la música, dirigida por un musicoterapeuta en un contexto terapéutico a fin de facilitar cambios en la conducta, los cuales ayudarán al individuo a entenderse mejor a sí mismo y a su propio mundo, llegando a adaptarse mejor a la sociedad.

Por tanto, y a pesar de que desde el trabajo social puede usarse la música para realizar intervenciones que compartan algunos de los objetivos de la musicoterapia, estas intervenciones no serán consideradas como tal, en tanto que no se cumplirían todos los requisitos. Si bien, la intervención social a través de la música puede ser muy efectiva y contribuir al logro de algunos de los objetivos propios de la musicoterapia, como son:

  • Aumentar la autoestima, respeto hacia los demás.
  • Reducir la agresividad y la conducta hostil.
  • Promover las interacciones sociales y la reinserción/adaptación.
  • Promover las habilidades sociales y el aprendizaje emocional.
  • Autoexpresión y verbalización.

Asimismo, el ritmo de la música y la utilización de elementos musicales proporcionan al individuo una seguridad y tranquilidad que reconfortará al mismo.

BENEFICIOS DE APLICAR LA MÚSICA A LA INTERVENCIÓN SOCIAL

La música, se ha utilizado ampliamente en la intervención social con el fin de disminuir el impacto de conductas disfuncionales. En cuanto a sus efectos, podemos señalar:

  • Fisiológicos. Las respuestas fisiológicas son producto de la constitución de cada persona, influenciada por la experiencia psicológica individual ante la música. Algunos de estos efectos se producirán en la respiración; el pulso y presión sanguínea; las ondas cerebrales, la actividad muscular, el sistema inmunitario; etc.
  • Emocionales. Como se ha señalado anteriormente, la música es un importante medio comunicados, que facilita la expresión y comunicación de los sentimientos y emociones, incluso cuando están muy bloqueados. Así pues, algunos de su efectos emocionales serán: comunicar y expresar un estado emocional, ayudar a la expresión de emociones profundas, modificar el estado de ánimo, despertar, evocar, provocar emociones y sentimientos, etc.
  • Cognitivos. Una experiencia musical conlleva una activación cerebral a diferentes niveles, de forma que cada persona hace asociaciones únicas e individuales ante una determinada canción. Se ha determinado que determinadas actividades musicales pueden ayudar al desarrollo de habilidades académicas, facilitar los procesos de reminiscencia y la evocación de recuerdos y ayudar a la estimulación de otras funciones cognitivas como el lenguaje y la atención. Además, se estimula la imaginación y la creatividad, se estimula la capacidad de atención, se estimula la memoria a largo plazo, etc.
  • Sociales. La música puede considerarse un agente socializador, en tanto que es un medio para la integración social de las personas, contribuyendo al establecimiento de relaciones sociales. También favorece la cohesión grupal y da sentimiento al grupo, contribuye al desarrollo de habilidades sociales, etc.

Si bien, es preciso, además de otros factores a tener en cuenta en el diseño de proyectos, tener en cuenta que, como ya se ha señalado, una misma canción no produce los mismos efectos en todas las personas. Por ello, es preciso que, a la hora de usar la música en nuestra intervención, tengamos claro las preferencias musicales de las personas a las que se dirige la intervención, con el fin de lograr los mayores efectos positivos posibles en nuestra intervención.

ALGUNOS ÁMBITOS DE INTERVENCIÓN A TRAVÉS DE LA MÚSICA

  • Música y demencias

Se ha demostrado que la música tiene una gran cantidad de beneficios en las terapias dirigidas a personas que presentan algún tipo de demencia, así como a sus familiares y/o cuidadores. Por ejemplo, Cuddy y Duffin (2005) presentaron un interesante estudio de caso de una mujer de 84 años diagnosticada de probable enfermedad de Alzheimer con un deterioro cognitivo grave, pero cuya memoria y reconocimiento musical estaban aún preservados.

Algunos de los principales objetivos terapéuticos de la musicoterapia para este grupo de población pueden ser:

  • Retrasar el deterioro.
  • Recuperar las funciones pérdidas o mantener las preservadas.
  • Mejorar el control de los síntomas no cognitivos.
  • Conservar la autonomía en las actividades de la vida diaria.
  • Aumentar la calidad de vida.

 

  • Música y autismo

El autismo, o Trastorno del Espectro Autista, se caracteriza por una percepción sensorial diferente que produce unas conductas propias como la abstracción o la alteración nerviosa. Estas peculiaridades en la percepción sensorial causan comportamientos atípicos o conductas inusuales, con las que estas personas buscan la autoestimulación o suprimir la percepción que les molesta. Por ello, debemos ser tolerantes, tener paciencia y buscar la forma de introducir otros comportamientos que sustituyan la función del anterior.

La música es un elemento flexible y adaptable a muchos niveles. En el caso del autismo, podemos establecer que estos pacientes encuentran con la musicoterapia los siguientes elementos: afecto, sedación, posibilidades de expresión, posibilidades de relacionarse consigo mismo, posibilidad de relacionarse con los demás y posibilidad de relacionarse con las cosas y con los fenómenos.

 

  • Música y alumnos con necesidades educativas especiales

La música se ha utilizado bastante en la educación especial como recurso para la relajación, para el trabajo motriz o como soporte para facilitar otros aprendizajes. Varias son las posibilidades de intervención en el ámbito de las N.E.E. que ofrece la música y que, en ocasiones, pasan desapercibidas o se confunden teórica y metodológicamente desvirtuando su valor y utilidad.

 

  • Música y jóvenes en riesgo de exclusión: la Orquesta Nacional de Lavapiés

La música puede ser una buena forma para que jóvenes en riesgo de exclusión puedan encontrar un eje que los haga sentir seguros, utilizando el ritmo como un instrumento de autoconstrucción y así poder decidir de forma sana un futuro. De esta manera, surge el primer grupo de la Orquesta Nacional de Lavapiés, formado por jóvenes inmigrantes en riesgo de exclusión social. Sus objetivos son:

  • Favorecer la multiculturalidad y la tolerancia mediante la formación y expresión artística.
  • Promover la integración cultural y social a través del arte.
  • Proporcionar herramientas de decodificación del entorno promoviendo el pensamiento crítico y participativo.
  • Promover el autodescubrimiento y la autoestima necesarias para la construcción de un proyecto de vida.

 

  • Música para intervenir en medios penitenciarios

Uno de los principales problemas que existen hoy en día dentro de las prisiones es la falta de comunicación, bien entre los reclusos, los funcionarios o el exterior de la prisión. La drogodependencia, el individualismo, las relaciones de poder, la falta de destreza en las relaciones interpersonales, entre otros, son factores que pueden inhibir la expresión comunicativa, conduciendo a la persona a la clausura expresiva, llevando en varios casos a grados de depresión o sociopatía. Es por ello que la música y las terapias artísticas han sido utilizadas con éxito para evitar este tipo de situaciones y con la finalidad de que los internos puedan desarrollar su propia identidad y formular su experiencia en prisión promoviendo la interacción, la dedicación y la comunicación.

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¡FELIZ DÍA DE LA MÚSICA A TOD@S!

Publicado en Colectivos, Dependencia, Familia y Trabajo Social, Personas Mayores

Detección de malos tratos en personas mayores

¡Buenas a tod@s!

Después de un tiempo sin aparecer por aquí, más del que me hubiera gustado, por diferentes motivos, entre ellos la preparación de diferentes convocatorias de oposición, hoy vuelvo para retomar esta andadura que comencé hace poco más de un año con muchas ganas e ilusión. Tengo pensados muchos temas para retomar la marcha de este blog, en la que espero que me acompañéis como habéis hecho hasta ahora. ¡Disfrutemos todos juntos del Trabajo Social!

Quiero comenzar esta nueva etapa en el blog con un tema que, aunque es poco comentado, como consecuencia de permanecer oculto, es de urgente necesidad tanto darlo a conocer como intervenir en él. Se habla mucho (y no es para menos) de la violencia de género, del bullying, del acoso laboral, pero… ¿Qué pasa con nuestros mayores? Muchos de nuestros mayores son maltratados, en sus diversas modalidades, diariamente; por lo que considero que puede ser de interés conocer este fenómeno y cómo podemos detectarlo.

¿QUÉ SE CONSIDERA MALOS TRATOS A LAS PERSONAS MAYORES?

En la 1º Conferencia Nacional de Consenso sobre el Anciano Maltratado (Almería, 1995) los malos tratos a las personas mayores fueron definidos como:

Cualquier acto u omisión que produzca un daño, intencionado o no, a las personas mayores de 65 años, que ocurran en el medio familiar, comunitario o institucional, que vulnere o ponga en peligro la integridad física, psíquica, así como el principio de autonomía o el resto de los derechos fundamentales del individuo, constatable objetivamente o percibido subjetivamente.

Por tanto, como se deriva de esta definición, el maltrato a las personas mayores—al igual que con el resto de personas—puede producirse de diversas formas, en diferentes ámbitos y por diversos motivos. El simple hecho de no respetar sus derechos fundamentales ya es considerado un maltrato, por lo que no debemos quedarnos con que el maltrato sólo se produce cuando las personas son agredidas física o psicológicamente.

FORMAS DE MALOS TRATOS A LAS PERSONAS MAYORES

Físicos

Cualquier acción como golpear, abofetear, quemar, encerrara una persona mayor, uso inapropiado de la medicación, etc., llevada a cabo por otras personas y que causa daño o lesión física.

Psicológicos

Agresión verbal, uso de amenazas, malos tratos emocionales, obligar a presenciar malos tratos infligidos a otras personas, provocar malestar psicológico, así como cualquier otro acto de intimidación y humillación cometido sobre una persona mayor como las actitudes edadistas en forma de infantilismo.

Sexuales

Cualquier contacto de carácter sexual sin el consentimiento de la persona mayor, ya sea porque ha sido forzada, no tiene la capacidad para dar ese consentimiento o porque ha sido llevado a cabo a través de engaño.

Económicos

Robo, uso ilegal o inapropiado de las propiedades o recursos de una persona mayor, obligarle a cambiar el testamento, etc., dando como resultado un perjuicio para la persona mayor y un beneficio para otra persona.

Negligencia

Acto de omisión o fallo, intencional o no intencional, en el cumplimiento de las necesidades vitales para una persona mayor o en impedirle estar con la gente con la que quiere estar, darle trato de silencio, etc. Por tanto, el simple hecho de que en una Residencia para la Tercera Edad no se cuente con el personal suficiente puede ser un maltrato a los residentes en forma de negligencia.

Abandono

La persona que ha asumido la responsabilidad del cuidado o que posee la custodia de una persona mayor abandona físicamente a la persona mayor.

Violación de los derechos básicos

Se relaciona a menudo con los malos tratos psicológicos.

Consiste en privar a la persona mayor de los derechos básicos que le corresponden legalmente: intimidad, toma de decisiones, opción religiosa, etc.

Autoabandono o Autonegligencia

Comportamiento no consciente de una persona mayor que amenaza su propia salud o seguridad. Negación o rechazo a alimento, agua, ropa, abrigo, higiene o medicación adecuados. Es preciso excluir las situaciones en las que una persona mayor competentemente toma decisiones voluntarias que amenazan su salud o seguridad.

¿EXISTEN GRUPOS DE RIESGO?

Aunque pensamos que la mayoría de los familiares, e incluso en las instituciones, las personas mayores están bien atendidas; en muchos casos no es así. En ocasiones, las buenas intenciones pueden tener consecuencias negativas, fruto del agobio de los cuidadores, que pueden originar un aumento de las tensiones y presiones y desembocar en conductas abusivas.

Algunos de los principales factores de riesgo que debemos tener en cuenta son:

Asociados a la víctima

Deterioro funcional (dependencia para las ABVD).

Dependencia psíquica. Reducción de la capacidad intelectual.

Alteraciones de la conducta.

Aislamiento social.

Historia previa de violencia familiar.

Mujeres mayores de 75 años.

Estructurales

Pobreza o falta de recursos.

Discriminación por la edad.

Imágenes estereotipadas de la vejez como una carga.

Relaciones intergeneracionales deficientes

Potenciación de viejos conflictos.

Asociados al cuidador

Múltiples responsabilidades. Cansancio.

Aislamiento social o familiar del cuidador principal.

Problemas económicos, dificultades laborales o dependencia económica de la víctima.

Estrés o crisis vital.

Abuso de drogas.

Trastornos mentales y problemas de autoestima.

Cuidador/a único/a, inmaduro/a o aislado/a.

Experiencia familiar de malos tratos.

Más de 8-9 años cuidando a la persona mayor.

Falta de preparación o habilidades para cuidar, dificultades de comprensión de la enfermedad.

Relación afectiva previa.

Cuidar a otras personas.

Situación personal de salud.

Institucionales

Personal poco preparado o formado.

Salarios bajos.

Sobrecarga de trabajo.

Estructura física de la institución no adaptada a la gente mayor.

Falta de recursos.

Normas de funcionamiento inadecuadas.

Falta de controles.

Por tanto, la respuesta a la pregunta es sí, existen personas mayores que debido a sus características personales, sociales o familiares tiene un mayor riesgo de sufrir episodios de malos tratos. Es de vital importancia, tanto para los profesionales como para las personas del entorno, tener en cuenta estos factores de riesgo a la hora de estar alerta ante estas posibles situaciones, con el fin de detectarlas y, de este modo, poder intervenir en ellas.

INDICADORES DE MALOS TRATOS A LAS PERSONAS MAYORES

En primer lugar, quiero dejar claro que los indicadores que a continuación se exponen, no implican de forma segura que se estén produciendo los episodios de malos tratos. Si bien, es importante que, al igual que los factores de riesgo, sean conocidos para que, en el caso de obsérvalos comunicar la sospecha a los diferentes equipos profesionales que pueden intervenir en su resolución.

Asimismo, es importante tener conciencia de que todas las personas, como miembros de la sociedad, tenemos la responsabilidad de poner en conocimiento de los profesionales o de las autoridades competentes, la situación de malos tratos por la que atraviese cualquier persona mayor.

Indicadores físicos

Lesiones mal curadas o que no concuerdan con la causa que supuestamente las causó.

Incisiones, laceraciones, heridas punzantes, magulladuras.

Fracturas múltiples. Caídas reiteradas.

Hematomas en distintos estadios de evolución.

Heridas por ataduras o por inmovilizaciones prolongadas.

Abandono o falta de cuidados.

Mala higiene corporal, de vestido o cama.

Ropa inadecuada para el tiempo actual o sucia.

Pérdida de peso sin causa aparente.

Desnutrición o deshidratación sin motivo aparente.

Anemia.

Quemaduras por cigarrillos, estufas, etc.

Pérdida de pelo (calvas).

 

Indicadores psicológicos

Búsqueda de atención y afecto

Aislamiento social.

Vacilaciones para hablar abiertamente o quejas reiteradas.

Confusión o desorientación.

Ira o miedo hacia personas extrañas, cuidadoras, etc.

Depresión.

Baja autoestima.

Cambio de comportamiento ante la presencia del posible autor del maltrato.

Económicas

Desmedido y repentino interés del cuidador/a por hacerse cargo de la persona mayor.

Pérdida de dinero, cheques, joyas, objetos de valor, etc.

Documentos firmados por personas que actualmente no pueden realizarlo.

Realización de testamentos, poderes, etc.

Desconocimiento por parte de la persona mayor de su estado económico, y preocupación por el mismo.

A estos indicadores, es importante sumar ciertas actitudes o comportamientos que pueden fundamentar la sospecha de la existencia de malos tratos, los cuales se basan en:

  • Las explicación de la persona cuidadora sobre las lesiones o cuando ocurrió el incidente son contradictorias, poco coherentes o inverosímiles.
  • Existe disparidad en el relato de la historia por parte de la víctima y del cuidador/a.
  • La persona maltratada es llevada al hospital por una persona diferente a quien le cuida.
  • La persona mayor es abandonada en urgencia fruto del enfado por enfermedades crónicas a pesar de obtener un tratamiento adecuado y contar con recursos adecuados.
  • Se produce demora en la atención médica, habiendo un intervalo de tiempo prolongado entre el accidente o la enfermedad y la visita al centro médico.
  • Se detecta falta de comunicación de la víctima con el personal sanitario si el cuidador/a está presente.

En otras entradas, puesto que creo que meter todo aquí sería mucha información, hablaremos de qué hacer en caso de sospecha y de las diferentes formas o programas de intervención en este ámbito. Si bien, para cualquier duda u observación sobre este post, no dudéis en comentarlo!

Un saludo a tod@s y nos vemos pronto!

Publicado en #Intervención, Conceptos teóricos, Dependencia

Modelo de Atención Centrada en la Persona

El pasado lunes tuve mi segundo examen para una bolsa de trabajo. Iba bastante preparada y, a pesar de los típicos nervios y de saber que no cuento con méritos (el maldito hándicap de la experiencia), sabía que aprobaría. Pero, cuál fue mi sorpresa al llegar darnos las preguntas del examen y ver “El Modelo de Atención Centrado en la  Persona en centros diurnos y residenciales de atención a la residencia”…No había estudiado nada sobre ese modelo, sin embargo, mucho más allá de ponerme nerviosa o renunciar a hacer el examen por ello, sabiendo que la otra pregunta la sabía, pensé que era algo que ya había visto en la carrera por lo que podría desarrollar el tema, aunque fuera de forma básica y….salió bien, estoy aprobada! No obstante, unos días después (yo que soy un poco de “inteligencia inquieta”, así llamo a mi manera de querer aprender todo lo posible sobre la profesión de mi vida) creo que eso no puede quedar en un “hemos salido del paso”. Por tanto, me he decidido a hacer una entrada sobre todo lo que debemos saber sobre este modelo de intervención y, así, compartirlo con todos vosotros también.

DEFINICIÓN DEL MODELO

La principal característica de este modelo reside en que se orienta hacia la persona, de forma que reconoce el papel central que la persona tiene dentro de la intervención y, de esta forma, propone estrategias para que sea ella misma quien proponga las estrategias y ejerza el control sobre los asuntos que le afectan.

Este enfoque de la intervención se inspira en la psicología humanista de Carl Rogers, en la que la concepción del ser humano parte de su existencia en un contexto humano, de forma que se le defina como consciente, con capacidad de elección e intencional. De esta forma, se asume varios preceptos con una gran relevancia para nuestra intervención social, como son:

  • El interés por centrarse en la persona y el significado que ésta da a su experiencia.
  • La dignidad de la persona como valor central.
  • La atención a características como la capacidad de decidir, la creatividad ola necesidad de autorrealización.
  • El interés por el desarrollo pleno del potencial de cada persona.
  • La idea de la persona tanto como un ser individualizado como en interdependencia con otros.

De este modo, en este modelo de intervención es el propio usuario quien posee los medios para la autocomprensión y el cambio de suautoconcepción; de manera que el papel del profesional se basará en proporcionar un clima de actitudes psicológicas favorables para que el usuario explote dichos medios. Para ello, las principales características que el profesional debe tener a la hora de intervenir, se basaran en: la aceptación incondicional de la persona, la empatía, y la congruencia de la intervención.

En cuanto a los principios rectores de este modelo, encontramos:

  • Principio de autonomía; basado en el derecho a mantener en el control de su propia vida.
  • Principio de individualidad; todas las personas son iguales en cuanto a sus derechos, pero cada una es única y diferente del resto.
  • Principio de independencia; aunque se requiera apoyo y atención, todas las personas poseen capacidades que deben ser identificadas, reconocida y estimuladas.
  • Principio de integralidad; se observa a la persona como un ser multidimensional en el que interactúan aspectos biológicos, psicológicos y sociales.
  • Principio de participación; se contempla el derecho a participar en la comunidad, disfrutar de las interacciones sociales y acceder al pleno desarrollo de una vida personal y social plena y libremente elegida.
  • Principio de inclusión social; se debe tener la posibilidad de permanecer y participar en su entorno y tener acceso y posibilidad de disfrutar de los bienes sociales y culturales, en igualdad de condiciones.
  • Principio de continuidad de la atención; deben tener acceso a los apoyos que precisen de forma continuada, coordinada y adaptada permanentemente a las circunstancias de su proceso.

Por tanto, consiste en el desarrollo de diversas medidas en el entorno físico, social y organizativo, con el fin de promover la calidad de vida de las personas. Es una forma de atender la relación profesional-usuario en la que la persona es protagonista activa, donde el entorno y la organización se convierten en apoyos para desarrollar los proyectos de vida y asegurar el bienestar de las personas.

¿QUÉ APORTA ESTE MODELO FRENTE A OTROS MODELOS?

Como se ha desarrollado anteriormente, este modelo profundiza en la idea de lo individual ligada a la autonomía persona y la gestión de la vida cotidiana, dando una gran importancia al plan individual de atención diseñado con la participación activa de la persona. Así, entre las principales aportaciones de este modelo, podemos citar:

  • Sitúan su foco en las capacidades y habilidades de la persona.
  • Su intervención es integral, abarcado diferentes esferas de la vida cotidiana de la persona.
  • Las decisiones que se toman son compartidas tanto con el usuario, de forma principal, como con sus familiares y el resto de profesionales encargados de la intervención.
  • Se considera al usuario dentro de su comunidad y de su entorno habitual; intentando, siempre que sea posible y que sea la voluntad del usuario, no separarle de su entorno habitual.
  • Acerca a la gente descubriendo experiencias y potencialidades comunes.
  • Esboza un estilo de vida deseable, con un ilimitado número de experiencia deseable.
  • Centrado en lograr la mayor calidad de vida posible para el usuario.
  • Organización de acciones comunitarias para incluir a usuarios, familiares y trabajadores en el logro de los objetivos propuestos.
  • Respuesta a las necesidades basándose en las responsabilidades compartidas y en el compromiso personal de los implicados.
  • Los servicios se adaptan y responden a las personas. Los recursos pueden ser distribuidos para servir a los intereses de la gente.
  • Utilizan un lenguaje familiar y claro, adaptado a la persona.

Se trata, por tanto, de compaginar los procedimientos e intervenciones ya contrastados con una nueva visión que permita ubicar a la persona en el centro de los procesos asistenciales, posibilitando su rol activo y entender la atención desde la coordinación de apoyos de su entorno.

EL MODELO CENTRADO EN LA PERSONA EN CENTROS DE ATENCIÓN A PERSONAS EN SITUACIÓN DE DEPENDENCIA

Video: La vida en residencias para personas en situación de dependencia

La aplicación de este enfoque en el ámbito de personas en situación de dependencia  es muy reciente, de forma que muchas de las metodologías todavía no se ha llevado a cabo con personas de edad avanzada o con una gran dependencia. Así, conlleva un cambio en lo que venimos haciendo; se debe pasar de centrarnos en las necesidades y características de la persona a aspectos como sus derechos, preferencias y deseos.

En los proyectos de vida de los niños, de las personas jóvenes, e incluso adultas, cobra gran importancia el factor de futuro y de desarrollo personal integral. Por ello en estas metodologías tienen gran importancia los ámbitos que permiten una vida más independiente y desarrollo personal como el trabajo, las relaciones de pareja o la vida independiente del ámbito familiar. En este sentido, los proyectos vitales de las personas mayores se diferencian de quienes tienen menos años en que se sitúan al final del ciclo vital y muchos de estas metas de vida que empujan a los más jóvenes, bien ya se han visto cumplidas o bien no tienen el mismo valor. De este modo, este modelo, aplicado a la dependencia, enfatiza el hecho de que las personas usuarias, por necesitar cuidados por parte de otros, no han perdido su condición de ciudadanos o ciudadanas.

El principio de autonomía, entendido como la capacidad y el derecho que las personas tenemos para decidir sobre la propia vida, constituye la esencia en este modelo de atención. Por ello busca que, desde los centros residenciales o diurnos los usuarios mantengan el control de su propia vida, actuando con libertad; lo que conlleva contar con servicios e intervenciones flexibles.

BIBLIOGRAFÍA DE INTERÉS

Martinez, T. (2011). La atención gerontológica centrada en la persona. Guía para la intervención profesional en los centros y servicios de atención a personas mayores en situación de fragilidad o dependencia. Victoria-Gasteiz: Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco

Viscarret, J. J. (2009). Modelos de Intervención en Trabajo Social. En T. Fernandez (coord.), Fundamentos del Trabajo Social, pp. 293-344. Madrid: Alianza